Oiarbide (Astigarraga): Mar. 16, 2012

Segunda sidrería de la temporada, repitiendo en viernes visto cómo está el ambiente de los sábados. Decidimos volver a un clásico, Oiarbide, una de las que más hemos visitado y que nunca ha fallado, ni lo hizo esta vez.

Asistentes: María, Iker, Edu, Nesss

Justifican su ausencia por motivos de salud: Mamen, Diego

Previo

Edu y Nesss empiezan el poteo previo por Hernani preocupados de llegar al quedite a tiempo. La camarera del Garin le pregunta a Nesss si quiere los kalimotxos "normales" o "hechos a mano". Ahí no estuvimos muy rápidos porque los últimos eran tipo cubata, con una cocacola entera y más caros. Unos tres tragos después, y cuando ya pasaban 20 minutos de la hora del quedite en el Zumitza, llamamos al móvil de los que faltaban. Llegaron a la vez que la ración de pulpo con cachelos pedida. Se ponen 50 euracos por persona para pasar la noche. Nesss por fin le da a Iker el libro del kalimotxo que Edu le dio al primero a tal fin hace unos años. Ello da pie a hablar de los experimentos en literatura alternativa del autor más prolífico de los presentes.

El poteo previo fue intenso. Aunque habíamos quedado entre las 20:30 y 21:00 en la sidrería, llegamos a las 21:10 a la parada de taxis, donde había un grupo de gente esperando taxi y varios grupos con el volumen brutal, dando ambiente fuera del bar clásico de la calle. El primer taxi llegó enseguida, pero el siguiente, que era para nosotros, tardó 15'. Y es que sólo había dos de guardia, según nos dijeron. En ese intervalo, Iker incluso llama para corroborar que lo que decía Nesss acerca de que sonaría el teléfono de los taxis enfrente era cierto.

Sidrería

Nada más bajar del taxi, salen de la sidrería como locos Ja y Ju, a quienes hacía años que no veíamos, y menos aún en una sidrería, a saludar a Nesss. Enseguida reconocieron al resto. No nos dieron tiempo ni a pillar vasos ni a avisar a las sidreras que ya estábamos, vaya vista!! El ambiente en la sidrería como el de antaño, no es de extrañar que sea la que más veces hemos visitado. Sebastián "Boitila" no dejó de abrir en toda la noche, incluso en varios momentos llegó a abrir kupelas cuyos chorros pasaban sobre las mesas nuevas que estaban sin comensales (la de al lado de nuestra mesa no, que dijo que estaba vacía). Qué caña de hombre! Obliga a veces a agacharnos, y lo mismo tenían que hacer los currelas del lugar para pasar con las bandejas... Aun así, bebimos incluso de las que tenían grifo puesto; Edu protagoniza algunas aperturas de gran calado entre el respetable. El kozinski de la camiseta de rugby de Sudáfrica no deja de decirnos cosas desde la primera foto que nos ve sacar. Llegamos a preguntarnos acerca del salto generacional (¿dónde está la gente de veintitantos?). María destaca indicando múltiples veces "qué bueno" está todo... o todos, eso no quedo claro. Entre sidrazo y sidrazo se recuerdan muchas anécdotas de la Fermín Calbetón (Edu sigue guardando las pruebas manuscritas) y las brutalidades de Iker y Edu bebiendo sidra a morro la última vez que estuvieron juntos en Oiarbide.

Respecto a la comida, peassso tortilla de bakalao (sobre todo en tamaño), 6 tajadas de bakalao con pimientos muy buenas, 3 txuletones ricos_ricos (aunque quizá pecaban de mucho tocino), queso, nueces, membrillo, y cigarrillos. En los postres tenemos que buscarnos la vida para conseguir cascanueces, aunque llegamos a abrir más de una nuez sin ese instrumento. Txotxes a espuertas por el ritmo de Sebastián, que sigue al pie del cañón. Total, 30 euros cada uno.

Papá Ju y Nesss se ponen al día en el tramo final. Somos de los últimos en salir, menudo ritmo que nos hemos puesto... Nesss llama pidiendo un taxi y llega a la velocidad de la luz, pese a la envidia de los asistentes. Antes trago de la fuente de agua para refrescar. Vuelta a Hernani.

En el Kixkal, Edu empieza haciendo sonreír unas cuantas veces a Miravalles. Tras el primer trago, María e Iker se van, ya que los hijos tienen actividades deportivas al día siguiente (sobre todo el amigo de las canillas de Nesss). Dejan el encargo de acabar el bote a Edu y Nesss, lo que consiguen sin ningún esfuerzo y con creces. Después Nesss lleva a Edu a unos cuantos bares de los que no suelen frecuentar. En uno acaba hablando de su camiseta del Benfica, de Lisboa y tal y cual. Acaban en el Caserío, tiran algunas fotos (algunas salen movidas debido a lo que se veía por la cámara). Total, que cerramos el bar y allí que seguimos trincando kalimotxo. Las camareras nos sacan los últimos kalimotxos en vasos de plástico (para ver si nos íbamos??) pero nos los trincamos enteros en el bar, saliendo pasadas las 5:30, casi a la vez que las camareras. Éstas tenían que trabajar el día siguiente de 17:00-5:00, pobrecitas!! Tras una breve recena en casa de Nesss, hacia las 6h nos vamos a la cama.

Epílogo

Al día siguiente somos inteligentes y salimos hacia las 14h. Nos cruzamos con múltiples hordas de esa generación perdida que iban hacia las sidrerías. También nos maravillamos con lo bien preparada que iba la gente. A saber cómo volverán! Edu comprueba lo barato que es potear a sidras, sobre todo si están a punto de echar los pintxos. Es la hora ideal, porque quedamos los del pueblo y algunos más. La camarera Heidi recogiendo mesas hace que nos quedemos bizcos, junto al colgao y el camarero del Zintzarri que nos cuentan las bonitas historias del sábado anterior (gente esposada escapando de los ertzainas, peña pegándose delate de los munipas, etc.) y los castings de otros sitios.

A las 15:15 Edu pilla el A2 y se marcha a por el tren de vuelta a Zaragoza. Nesss aprovecha para leer la prensa y tomar una pinta en el momento más tranquilo del irlandés. Y tan tranquilo está que se queda a solas con la camarera que recoge las sillas antes de la llegada de las Hordas que pulularon a la tarde por Hernani. No ganó ni camiseta ni gorra de San Patricio, pero sí una buena siesta antes de salir a comprobar por qué los sábados hemos decidido que, mientras la cosa siga asi, no volveremos a ir de sidrería.